El diseño de este centro de experiencias ubicado junto al aeropuerto internacional de Bogotá abraza su contexto al introducir temas de aviación, conexión, unidad y comunidad. Se utilizaron formas fluidas y angulares para emular una sensación de movimiento y vuelo. Se encargaron y ubicaron 23 piezas de arte urbano originales en todo el proyecto, que representan temas de aviación, comunidad, naturaleza y equidad. Se compró un avión DC-3 de tamaño real, se desmontó e instaló en una nueva experiencia gastronómica llamada el Hangar.






